AL HUMOR DE LA PUSIEGA

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El problema de la interpretación se inicia con el sentido que damos a algunas palabras los campurrianos, a veces muy alejado de su significado en el español actual. Por eso, al titular este libro “AL HUMOR DE LA PUSIEGA” me vienen interpretando como si dijese HUMO, y no es así. Nosotros, al decir humor, nos referimos a ese tenue humo que producen los tizones cuando se van consumiendo, al tiempo que se anima la tertulia de la cocina hablando de lo que ha ocurrido en el día, salpicada con algún chiste.

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AL HUMOR DE LA PUSIEGA
El problema de la interpretación se inicia con el sentido que damos a algunas palabras los campurrianos, a veces muy alejado de su significado en el español actual. Por eso, al titular este libro “AL HUMOR DE LA PUSIEGA” me vienen interpretando como si dijese HUMO, y no es así. Nosotros, al decir humor, nos referimos a ese tenue humo que producen los tizones cuando se van consumiendo, al tiempo que se anima la tertulia de la cocina hablando de lo que ha ocurrido en el día, salpicada con algún chiste.
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Autor NICANOR GUTIÉRREZ LOZANO	Editorial Librucos

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Ficha técnica

ISBN	978-84-946408-3-4
Año	2017
Páginas	170
Encuadernación	Rústica
Dimensiones	16x21 cm

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Tenemos necesariamente que explicar lo que es la PUSIEGA echando mano del prólogo. A continuación referimos la visita del obispo, dado el arraigo católico de nuestros pueblos. Seguimos con la ganadería, lo que nos ocupará hasta el capítulo once, considerando que es la base de nuestra economía. Continuamos con los vaqueros, un puntal determinante del ganado que provechaba nuestros puertos, llegando hasta las prendadas y poniendo como curioso el pleito entre Comino y Fontecha. Pasando por los guardas de campo, llegamos a los Reales Decretos del rey Carlos III. Dos comentarios sobre los bandos municipales que enlazan tiempos pasados con los presentes, haciendo posada en la choza del vaquero. Terminamos con las electrificaciones de nuestro municipio, para ponernos al día. Cerramos con una galería de fotografías de los que fueron nuestros vaqueros que, por cuatro perras, fueron capaces de ayudarnos a sacar adelante a nuestros ganados. Así es este libro número doce, que sin salirnos de nuestro rincón nos recuerda nuestra historia para que no la olvidemos.