EL PRINCIPADO. LA BODEGA DE CARDÍN MONTERO

Parte fundamental e ineludible para comprender lo que encierran las cuatro paredes de la bodega, su ambiente, su idiosincrasia, es el Libro de Firmas que Ricardo Montero recibió un día de 1982, fruto de la admiración de un artista de la encuadernación.

A partir de aquel momento, las visitas a este subsuelo de la torrelaveguense plaza de la Llama se han ido sucediendo sin solución de continuidad y, entre sus páginas, podemos encontrar las signaturas de personalidades de la política, de la literatura en cualquiera de sus manifestaciones, del arte pictórico, el deporte, la religión o el canto coral, que han dejado constancia de algo carísimo en hogaño: la amistad, personificada en ese espléndido anfitrión que es Cardín.

El autor, Manuel Bartolomé García, con la inestimable colaboración de los asiduos a esta bodega, en especial la de Ernesto González de la Vega, ha desarrollado un texto con gran profusión gráfica, en el que deja constancia del marchamo torrelavegano que tiene lo que alguien ha denominado como el templo de la fraternidad.